7. Obstáculos que dificultan la creatividad
7.1
bloqueos perceptivos
1) Dificultad de aislar
el problema.
La primera dificultad puede estar en no
conseguir siquiera definir con precisión
los límites y el alcance de un problema
específico.
2) Limitación excesiva del
problema.
Cualquier problema, para poder ser
tratado, debe inscribirse en un marco
mayor. Sin el conocimiento del contexto
no podemos ver el problema desde otros
enfoques y, por consiguiente, no nos
será posible aportar ideas novedosas.
3) Incapacidad de definir
términos.
Si no se comprende un problema no se
puede expresar, y menos trabajar en él.
Si además se trabaja en colaboración,
todos los
colaboradores deberán conocer y entender un lenguaje común.
4) Interferencias en la
observación.
La observación no sólo consiste en ver.
A veces, hay que recurrir a otras
informaciones más adecuadas para resolver
un problema. Cabe ser curioso y estar
receptivo a todos los estímulos.
5) Dificultad de percibir
relaciones remotas.
Esto afecta a la capacidad de
formar y transformar conceptos. Detectar
"relaciones remotas" significa ser capaz
de encontrar relaciones de semejanza
entre situaciones o problemas diferentes.
Esto ayuda a ver la posibilidad de
transferir soluciones posibles.
6) Dificultad de investigar
lo obvio.
Cuando nos acostumbramos a algo dejamos
de verlo. Esto tiene que ver con lo que
comentamos en el apartado del
proceso
creativo sobre la teoría de De Bono de las pautas del pensamiento.
7) Incapacidad de distinguir
entre causa y efecto.
A veces no es evidente esta
diferencia. La persona creativa debe
aprender a identificarlas sin precipitarse
en las conclusiones antes de estudiar la
información.
7.2. Bloqueos culturales
1) Deseo de adaptase a las
normas establecidas.
La adaptación es coyuntural
a la condición humana. Ser o sentirse
diferente produce incomodidad a la
mayoría de la gente.
2) Emitir un juicio antes
de tiempo.
Juicio e imaginación son dos funciones
de la mente humana que no funcionan bien
simultáneamente. El juicio suele
tener un carácter práctico y se guía por
criterios de lógica y eficacia. Ambas
cualidades se relacionan con lo ya
conocido.
3) No da buena imagen ser
muy curioso o dudar de todo. Para poder ser
creativo hay que cuestionar los métodos
y buscar más allá de lo conocido. Esto
a veces resulta incómodo a ciertos
agentes de un campo determinado o al que
dirige una empresa, porque se pueden
percibir estas actitudes como amenazas
a lo establecido. La certeza y la
ausencia de curiosidad e interés son grandes
enemigos de la creatividad.
4) Darle demasiada importancia
a la competencia o la cooperación. Tan
malo es no tener en cuenta a los otros y
estar obsesionado por destacar entre
los demás a toda costa, como querer
complacer a los demás por encima de
defender una idea creativa personal.
Cooperar significa trabajar con otros para
potenciar las fuerzas creativas.
5) Excesiva fe en las estadísticas. La información media
puede no ser una
información veraz porque puede
distorsionar la relevancia de los datos parciales.
Se debe investigar en profundidad todos
los datos y valorar la información
para no partir de premisas falsas.
6) Generalizaciones excesivas. Hay que considerar
las particularidades de cada
información o de cada circunstancia para
poder sacarle partido.
7) Excesiva fe en la lógica. No siempre las cosas
deben ser lógicas a priori
para ser eficaces. La lógica se asocia a
las pautas ya conocidas. Si sólo seguimos
pautas conocidas (lógicas) será difícil
dejar un hueco a la novedad.
8) Tendencia a adoptar una
actitud de todo o nada. Es necesario encontrar una solución que permita hacer
factibles las ideas. Para eso, suele ser necesario contemplar varios puntos de
vista.
9) Excesivo o escaso conocimiento
de un tema.
Tan malo puede ser una cosa como otra. Estar demasiado especializado puede
limitarnos, impidiéndonos pensar desde otra óptica por estar excesivamente
condicionados por las reglas propias de ese campo.
10) Impedirse fantasear. Imaginar soluciones
imposibles es una buena forma
de pensar un problema desde otros puntos
de vista poco convencionales. El
deseo, la fantasía y la ensoñación
suelen anteceder a la invención.
7.3. Bloqueos emocionales
1) Temor al ridículo o a
equivocarse. Siempre
que el individuo exprese una idea, solución o forma de conducta novedosa, se
expone a severas críticas por parte de los otros.
2) Aferrarse a la primera
idea que se nos ocurre. Generalmente, las "buenas ideas" surgen cuando ya
se lleva un tiempo trabajando en un mismo tema. Cuando se trabaja bajo algún
tipo de presión, se tiende a no seguir pensando cuando ya se encontró al menos
una idea.
3) Reticencia a abandonar
un esfuerzo ya realizado. Luego de haber invertido mucho tiempo, esfuerzo y capacidad
en una dirección, es más difícil abandonarla y recomenzar otra nueva. Resulta
difícil renunciar por la implicación
ya generada.
4) Rigidez de pensamiento. Todas las personas
tenemos prejuicios. Cuando
alguien recibe una crítica o una
sugerencia de cambio, a veces ésta se entiende
como una agresión y la respuesta suele
tomar forma de reafirmación en las
ideas propias. Estar excesivamente a la
defensiva no ayuda a estimular nuevas
ideas.
5) Deseo de triunfo rápido. Hay personas que si
no consiguen ser reconocidos o recompensados en su tarea pierden la motivación
y abandonan demasiado pronto el trabajo que están realizando. Las soluciones
verdaderamente creativas requieren de paciencia y dedicación.
6) Deseo patológico de seguridad. En ocasiones, la
inseguridad lógica ante
lo desconocido y lo nuevo roza la
patología. Rehusar por sistema o de modo
irracional a correr el riesgo de hacer
cosas nuevas o trabajar a partir de otras
pautas impide desde el inicio el
desarrollo de la capacidad creativa.
7) Temor o desconfianza
a compañeros y superiores. Cuando una persona desconfía de la gente con la que
trabaja sufre un bloque emocional que puede llegar a inhibir sus capacidades en
ese contexto.
8) Falta de impulso para
finalizar las ideas o proyectos. Empezar nuevos proyectos es motivador, pero una
vez encaminado a veces se pierde el interés. Esto suele ser muy habitual cuando
se trabaja en colaboración. Si uno se desengancha en alguna fase puede que sea
difícil volver a recuperar la concentración o el ritmo de trabajo.
9) Falta de voluntad para
poner en marcha la solución. A veces se llegan
a generar buenas y novedosas ideas, pero
éstas se pierden por el camino por
falta de voluntad para materializarlas y
desarrollarlas.
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